
Mateo y su gato rojo de Silvina Rocha
"Mateo ya no dormía. A veces, abría apenas el cuaderno y espiaba entre las hojas. Pero estaba seguro, algo andaba mal."
"Mateo ya no dormía. A veces, abría apenas el cuaderno y espiaba entre las hojas. Pero estaba seguro, algo andaba mal."